martes, 24 de mayo de 2011

La día.-

La espuma de la saliva
se repite hasta hacerse un monton de vidrios
lentos
dentro de un panal

Mojo mi lengua con cuatro gotas
de vino fragante
intenso

hasta que
una serpiente sube por la yugular de mi piedra
y la envenena

Los candados aprietan escondidos

La historia que va de vuelta hacia otro lugar
se pregunta
mientras los cerezos se siguen moviendo
sobre la serena brisa

La punta de flecha amuleto
refracta el sol
en el lago

Dejando pasar la noche

La día
eternos:

tengo tu claro
afeitandome el rencor.

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