lunes, 23 de mayo de 2011

Aun tinta.-

El filo plateado de la luna cortó mis ojos,
de timón me sirve tu canto alado.

Un ángel duerme sobre mi espalda
mientras mi cabeza se arrastra como caracol;
donde la tierra tiembla
donde galopan los caballos.

Los corderos ceden su lugar
cerca del sol donde todos se ahogan.

Nadie grita.

El tiempo solo avanza y retrocede en la piel de los espejos,
todos somos extraños al despertar,
pero el sueño solo dura mientras dormimos.

La vigilia es  como estar hundido en una inmensa finitud
Y sin embargo no la comprendo.

Aun necesito una escalera para atarme los cordones,
aun tengo una resaca existencial,
aun tengo arcadas de tinta,
aun…

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