El filo plateado de la luna cortó mis ojos,
de timón me sirve tu canto alado.
Un ángel duerme sobre mi espalda
mientras mi cabeza se arrastra como caracol;
donde la tierra tiembla
donde galopan los caballos.
Los corderos ceden su lugar
cerca del sol donde todos se ahogan.
Nadie grita.
El tiempo solo avanza y retrocede en la piel de los espejos,
todos somos extraños al despertar,
pero el sueño solo dura mientras dormimos.
La vigilia es como estar hundido en una inmensa finitud
Y sin embargo no la comprendo.
Aun necesito una escalera para atarme los cordones,
aun tengo una resaca existencial,
aun tengo arcadas de tinta,
aun…
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